Se ha detectado un foco en una localidad alicantina de la bacteria que afecta gravemente a olivos y almendros
Los peores temores de los agricultores que se venían manifestando en los últimos meses se han confirmado, y la plaga provocada por la bacteria Xylella fastidiosa, que afecta a cultivos leñosos, entre los que destacan el almendro y el olivar, ha desembarcado en la Península Ibérica.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha trasladado el temor de sus afiliados y afiliadas ante una bacteria que puede convertirse en plaga y generar un grave perjuicio económico si no se actúa “pronto, con inteligencia y de forma coordinada”.
En opinión de UPA, el Ministerio de Agricultura debe poner en marcha y coordinar un plan de acción urgente contra la Xylella en el que participen las Comunidades Autónomas y las organizaciones agrarias. “Todas las visiones son necesarias”, afirman, para frenar una plaga que lleva varios años expandiéndose por el Mediterráneo, desde Italia hasta Baleares y finalmente hasta Alicante, donde se confirmó su presencia el pasado viernes.
UPA ha pedido que se articule un plan de ayudas directas para los agricultores que sufran arranques en sus explotaciones por la presencia de infección de Xylella. Esta plaga puede incluso causar la muerte de los árboles afectados, por lo que las pérdidas, teniendo en cuenta que hablamos de cultivos leñosos que tardan años en producir, pueden ser “inmensas”.
Desde la organización agraria han recordado en todo caso que esta plaga en ningún caso afecta a los humanos, pero genera un daño muy grave a las plantas, llegando a destruir toda la producción.
La Unión de Pequeños Agricultores ha hecho un llamamiento para que se impulsen los proyectos de investigación y se logre descubrir un tratamiento para esta enfermedad vegetal que, hoy por hoy, no tiene más tratamiento que el arranque de los árboles infectados.
Primeras acciones para que no se propague
Como primera medida de acción directa contra este agente que puede provocar graves daños en cultivos como olivos, cítricos y viñedos, un equipo de técnicos de la Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana han comenzado el martes 4 de julio los trabajos de arranque y destrucción de los árboles y otro material vegetal huésped de la bacteria. La actuación de urgencia se lleva a cabo en la zona directamente afectada por este primer brote y la situada en un 100 metros.
Las actuaciones forman parte del protocolo puesto en marcha el viernes 30 de junio tras detectarse la presencia de la bacteria en una parcela de almendros del municipio alicantino, cuyo propietario advirtió de que había una merma en su cosecha, una plantación cuyos ejemplares tienen más de 30 años de edad y donde no se han hecho injertos.
Recomendaciones técnicas
El comité científico que se reunió el pasado viernes aconsejó un radio de seguridad superior a los 100 metros alrededor de la parcela. Esos 100 metros de radio acogen unas siete hectáreas entre almendros, olivo y monte forestal, este último en un área de 2,5 o 3 hectáreas. Aunque hay otras posibilidades, “la más cierta” es la erradicación, ha asegurado el secretario autonómico, porque la Xylella tiene varios hospedantes, también la planta ornamental.
Al mismo tiempo se han iniciado las inspecciones en un radio de 10 kilómetros de la parcela de Guadalest a viveros e instalaciones de compraventa de plantas para recoger muestras y analizar los posibles movimientos de material vegetal. La Conselleria ha inmovilizado este material, que no tendrá permiso de salida hasta comprobar que esté libre de la bacteria.
Todas estas recomendaciones fueron abordadas en el trascurso del pasado Congreso Nacional de Fruta de Hueso en la ponencia ofrecida por Don Francisco González Zapater, Jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Direcciòn General de Agricultura de la CARM.
El origen de la bacteria
Es “imposible” saber el origen de la bacteria y lo más lógico es que haya aparecido por un vector (un insecto), según Rodríguez Mulero, que ha recordado que la Generalitat tiene en funcionamiento una red de captura de insectos con 1.400 puntos de control.
Rodríguez Mulero ha asegurado a Efe que los derechos de los agricultores en estos casos están totalmente cubiertos y reconocidos, y recibirá una indemnización por parte de la Generalitat que está establecida en una orden de bases. Según el secretario autonómico, la Conselleria está “ocupada” en los controles para luchar contra los vectores, y “preparada” para erradicar cualquier brote.
Postura del Ministerio de Agricultura
Por su parte, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que se adoptarán las medidas necesarias cuando se conozca la cepa de la Xylella fastidiosa aparecida en una parcela del municipio alicantino de Guadalest, reiterando que no se escatimarán esfuerzos para ayudar a las Comunidades Autónomas.
Garcia Tejerina ha precisado que distintas cepas transmiten la enfermedad y que, en el caso de la parcela de Guadalest, todavía se está analizando cuál es la cepa. Durante una visita a unas obras de modernización de regadíos de Algemesí, la ministra ha manifestado que el hospedante de la bacteria -unos almendros- y la finca ha dado negativo en los olivos, que es donde está presente en las Baleares.
Desde la aparición de la bacteria en países vecinos como Italia, Francia y Alemania, España adoptó medidas y desde 2014 estableció planes de vigilancia. En 2015 se aprobó un plan de contingencia y se han realizado más de 16.000 inspecciones en todo el territorio, y se dispone de un plan de erradicación que está definido por la normativa comunitaria, por el cual se aplican medidas para evitar la propagación de la enfermedad, aunque por supuesto existe el temor a que este brote de la Xilella fastidiosa se transmita a otras especies arbóreas, incluidos lo frutales de hueso.