Tanto en Murcia como en Extremadura, los empresarios están encontrando problemas para encontrar trabajadores para la recolección del melocotón.

Así, si hace algunas fechas llamaba la atención la noticia de que en Murcia muchos productores de fruta de hueso tenían que salir a buscar trabajadores en puntos habituales de concentración de temporeros para hacer frente a la jornada de recogida, ahora en algunas zonas extremeñas el problema viene a ser el mismo, y los empresarios han tenido que recurrir a la publicación de anuncios en redes sociales para atender la recogida de fruta de hueso y que no ocurra como en 2005 y 2007 cuando se dejó sin coger mucha fruta porque no había nadie para hacerlo.

Este problema va a persistir en las próximas semanas, así lo ha manifestado Atanasio Naranjo, presidente de Tany Nature, una referencia en el sector hortofrutícola extremeño, ya que sus empresas dan trabajo a 3.200 personas, 1.750 en la recolección en el campo y 1.450 en sus centrales.

Pero no es la única compañía que está padeciendo escasez de mano de obra. Otro ejemplo es la compañía El Escobar, cuyo gerente Natalio Caballero manifestaba que «Llevamos contando con las mismas cuadrillas desde hace muchos años, gente además ya especializada. Pero hemos tenido serios problemas ahora y sé que en otros sitios lo están pasando muy mal para hacer frente a la campaña».

Esta central hortofrutícola asentada en Mérida, en picos de campaña suele emplear a 1.400 trabajadores. Ahora ronda los 1.000. Desde hace más de una década la práctica totalidad de la mano de obra del sector de la fruta es autóctona. Apenas hay trabajadores inmigrantes.

Un anuncio en Facebook

«Se necesita personal para manipulación de frutas en Valdivia. Horario de 8 a 18 horas. La empresa corre con parte de los gastos del autobús, que saldría por 4 euros por cada trabajador. Necesitamos gente porque en esta zona hay muchas centrales y no se encuentra personal. Y sin gente no hacemos nada».
Este es el  anuncio, compartido en Facebook por ciudadanos de Valverde de Leganés (a 145 kilómetros de Valvidia, entidad menor que depende de Villanueva de la Serena), que ejemplifica los problemas que están teniendo los fruticultores extremeños para coger su producto. Si hace unas semanas se alertaba de dificultades de mano de obra para recoger la cereza en el Jerte, las graves dificultades se extienden ya por la región. Una comunidad en la que, oficialmente, hay 108.559 desempleados inscritos (dato de mayo).

Las campañas se han solapado este año, tanto en Andalucía como en Murcia

Los problemas para encontrar ahora trabajadores tienen una primera explicación en el tiempo. Tras un invierno con las justas horas de frío llegó una primavera «excesivamente» buena con una pequeña helada que afectó a la floración de la fruta temprana y luego hizo excesivo calor.

«Eso hizo que se solapasen campañas, la fruta temprana, madurada precipitadamente, con la de la fruta que debía estar en estado óptimo de maduración por el 20 de junio», indica Naranjo.

«Las centrales no dan casi abasto. Pero es que tampoco hay camiones suficientes. Y a eso se añade que en Andalucía y en Murcia ha habido grandes cosechas y se han adelantado, y además hay nuevos cultivos como el arándano, con lo que también se ha quedado allí mano de obra», agrega como nuevo motivo.

Incumplimientos del convenio

En este contexto la central sindical UGT denuncia que se está incumpliendo en convenio con los trabajadores del campo, ya que si bien dicho convenio marca una jornada laboral de seis horas y media al día con un salario de 38,38 euros, se pueden alcanzar de forma excepcional las nueve horas, según la normativa y, además, pagar horas extras cuando se sobrepase el horario por necesidades de recolección, como ocurre en estos momentos.

«En la mayoría de los casos se están pagando las horas extras como normales, a la mitad de lo que debiera ser. No se está cumpliendo el convenio en ese sentido. Y tampoco cuando se le aplica el del campo a un trabajador que debiera regirse por el de conservas vegetales», incide Laura Méndez, secretaria del sector agroalimentario de UGT.

«La gente tiene necesidad de trabajar y, aunque hay mucha que acepta ciertas cosas aunque no sean las de la normativa, otras personas están cansadas de cobrar menos dinero del que debieran o cotizar menos de lo que le corresponde», añade.

Una campaña de recolección muy convulsa la de este año, con problemas de recolección, distribución y comercialización, a pesar de que la demanda está siendo buena en lineas generales, pero a la que ahora mismo no puede hacerse frente por no tener mano de obra suficiente.