Arturo Soler. Redactor

27.1.2025. Investigadores destacan la importancia de implementar estrategias ante al estrés térmico, ya que el aumento de temperaturas sobre los 28º C y sin reposición hídrica, podría ser letal para muchas especies cultivadas en la región de Ñuble, como arándanos, avellano europeo, cerezos, entre otros.

Frente a las altas temperaturas y niveles de radiación esperados para esta temporada estival, especialistas del Centro Regional INIA Quilamapu del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Chile, sugieren recomendaciones destinadas a agricultores y fruticultores para mitigar los efectos del estrés térmico en sus cultivos.

Estas orientaciones subrayan la importancia de adoptar medidas estratégicas para proteger los cultivos y garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola (frutales) en la Región de Ñuble, donde el cambio climático representa un desafío cada vez mayor.

Sobre el punto anterior, el investigador INIA y el especialista en riesgo climático, Raúl Orrego, expuso que “el cambio climático, junto con la probable influencia del fenómeno climatológico de La Niña, hace esperable un verano particularmente con altas temperaturas y olas de calor en Ñuble”, cuyas consecuencias se traducen en “un desafío enorme para los agricultores, pues las frutas podrían sufrir daños irreversibles”, complementó Carla Hahn, investigadora INIA Quilamapu y especialista en postcosecha.

Fotografía: Jessica Orce