Arranca la floración del Valle del Jerte. Transcurridos los días de florescencia comienza la campaña de las cerezas y picotas. El Valle del Jerte, en el norte de Extremadura, es famoso por la floración de los cerezos en primavera; un increíble espectáculo de más de un millón de árboles tiñendo de blanco las laderas del valle que dura entre 12 y 14 días.
Sólo hay cinco variedades certificadas con la Denominación de Origen Protegida. Cuatro de ellas pertenecientes al grupo de las Picotas del Jerte de características similares: Pico Limón Negro, Pico Negro, Pico Colorado y Ambrunés y la única variedad con pedúnculo llamada Navalinda.
Este tipo de cultivo abancalado, que se transmite de generación en generación, también repercute significativamente en la calidad y propiedades saludables de las cerezas y Picotas. Estos frutos son una fuente de salud puesto que contienen 8 vitaminas, hierro, magnesio y calcio, gran cantidad de antioxidantes y fibra, además de pocas calorías.
Las Picotas del Jerte son un producto exclusivo que se distingue por su sabor y dulzor. Son las únicas que se desprenden del árbol sin rabito, pero hay más características que las diferencian del resto: su textura carnosa y más crujiente, su tamaño de un calibre de menor tamaño – comprende desde los 22 a los 26 milímetros- y su sabor más dulce y su color. Su cultivo natural y su recogida y tratamiento tradicionales multiplican sus propiedades y permiten que lleguen a los mercados en el momento óptimo para el consumo.
Este producto cada vez está más demandado tanto en el mercado nacional como internacional, sobre todo en Alemania y en Reino Unido. El 60 por ciento de la producción de Picotas del Jerte se exporta.
Antonio Santos / 21-03-2022