Arturo Soler. Redactor
05.11.2024. El verano de 2024 presentó grandes retos para los agricultores de fruta de hueso en España debido a fenómenos climáticos extremos. Las olas de calor, que en algunas zonas alcanzaron temperaturas récord superiores a los 43 °C, afectaron la calidad y el tamaño de los frutos, especialmente en Aragón, Extremadura y Cataluña. Además, tormentas 5puntuales con granizo provocaron daños significativos en cultivos de cereza y albaricoque.
Organizaciones agrarias como UPA y COAG han estimado que las pérdidas en algunas explotaciones alcanzan el 20% de la producción esperada. Los agricultores han solicitado al gobierno una revisión urgente de los seguros agrarios, argumentando que los criterios actuales no cubren adecuadamente los daños derivados del cambio climático. Mientras tanto, algunos productores han comenzado a adoptar soluciones tecnológicas como redes antigranizo y sistemas de riego de precisión para mitigar futuros riesgos.
Fotografía: Jessica Orce